Artículo de Salvador de Madariaga en el periódico El Sol del 2 de febrero de 1925, donde reivindica la aparición de un nuevo Siglo de Oro español.
Las letras españolas
Las letras españolas
A Ramón Pérez de Ayala
De todos los viceversas que produce a diario nuestra España, ninguno quizá tan elocuente como el que forman su decadencia política y su pujanza vital. Y de todas las manifestaciones de esta pujanza, ninguna tan elocuente como su riqueza creadora en las letras y en las artes. No ha mucho leía en estas mismas columnas — bajo la pluma, si mal no recuerdo, de Joaquín Moutaner, y en un artículo en que el buen sentido se vestía de elegancia — que las letras españolas caminan actualmente hacia un nuevo Siglo de Oro. Suscribo esta afirmación. Y aun diría que no sólo vamos a un Siglo de Oro, sino que estamos ya en él. Creo ver sus precursores (como he sostenido en un libro reciente) : Galdós, en lo creador; Menéndez. y Pelayo, en lo crítico, y Giner de los Ríos, en lo étíco-social. Sus iniciadores, la generación del 98. (¿Qué importa que el nombre sea vago e inexacto, si todos nos entendemos?) El dominio del oficio, la seguridad de la voz, el criterio universal, todo lo que constituye el tono de los del 98, se conserva, se afirma y se afina con el tiempo en ellos mismos, y mejora todavía en sus sucesores inmediatos. Y aun tras de éstos, en pleno vigor hoy, asoma ya una tercera generación, todavía en el agraz de su envidiable juventud ; pero ya las manos cubiertas, no de promesas, sino de frutos.
Desde el extranjero se ve avanzar poco a poco la irradiación intelectual de España. Ignorada — y no del todo injustamente — hasta la época de Valera, comienza la España literaria a salvar los Pirineos con "Pepita Jiménez". Hasta época reciente, Valera y Blasco Ibáñez son los dos únicos autores españoles que conoce el mundo de lectura inglesa. Quizá tambíen un poco de Galdós. En cuanto al mundo de lectura francesa, sus autores españoles eran Blasco Ibáñez y Gómez Carrillo. Luego van saliendo Unamuno, Benavente y PíoBaroja, pero sólo para los iniciados. El gran público sigue sin enterarse de que existe España — aun el gran público intelectual —. Así las cosas cuando estalla la guerra.
Durante y después de la guerra, cambia todo rápidamente. Poco me toca decir aquí sobre las causas de este cambio en el mundo de habla inglesa. En el de habla francesa, ¿cómo olvidar la obra de los hispanistas franceses a cuya cabeza figura Valery Larbaud? No por olvidada, sino por conocida como se merece en lo mucho que vale, no he de comentarla, para dedicar lo que me queda de espacio a la labor de inteligente y abierta propaganda de nuestras letras que viene haciendo en Ginebra mi amigo Robert de Traz, director de "La Revue de Genéve".
En poco más de dos años, la "Revue de Genéve" ha publicado, amén de dos ensayos míos (uno sobre el Genio Español, otro sobre Pío Baroja), y unas "Puntas Secas" del malogrado y agudísimo Julio Arceval, cuya obra postuma voy editando poco a poco, las obras españolas siguientes: El "Azorín", de Ortega y Gasset; unas páginas escogidas (y muy bien escogidas por cierto) de"Azorín"; novelas cortas de Ramón Pérez de Ayala, Hernández Cata, Gabriel Miró; un ensayo de Unamuno sobre el porvenir de Europa, y unos ramonismos, gomecismos o sernerías del más ubicuo de nuestros escritores.
Téngase en cuenta que la "Revue de Genéve" es mensual; que abarca su programa la producción literaria de todo el mundo, y que no pocas de las obras enumeradas ocuparon sus columnas en más de un número, y se comprenderá el esfuerzo hecho por Robert de Traz para dar a conocer nuestra literatura contemporánea al público europeo.
Importa hacer constar que Robert de Traz no hace profesión de hispanófilo o hispanista, lo cual da mayor relieve a su labor, ya que la part egenerosa que da a España en su revista resalta de una convicción del mérito de nuestros escritores, adquirida "a posteriori" por la lectura de sus obras. Escritor fino y penetrante, crítico informado y seguro, espíritu hecho a la apreciación serena e imparcial de todas las literaturas en una perspectiva primero europea, luego universal, Roberb de Traz ha adquirido en estos últimos años una afición a las letras españolas que va aumentando a medida que aumenta su familiaridad con ellas.
Hay en España una Asociación de Escritores: el P.E.N. Club, y una o dos Asociaciones de Conferencias. A estos organismos brindo la idea de corresponder a la atención que Robert de Traz consagra a España, invitándole a que nos visite y lleve a España la voz de un europeo culto y los ojos de un observador sagaz.
Salvador DE MADARIAGA
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