martes, 28 de mayo de 2013

Emilio Castelar (1832-1899)

Emilio Castelar
El recuerdo del centenario de la muerte, en 1899, de Emilio Castelar, me ha hecho caer en la cuenta de haber sido bastante lector de sus escritos. Creo que son muy pocos los vivientes que han leído nada suyo; para la inmensa mayoría es simplemente un nombre borroso. Y, sin embargo, Castelar tuvo asombrosa popularidad, como nadie tiene ahora, ni puede tener; y no solo en España, sino también en Hispanoamérica y en casi toda Europa. Fue, sobre todo, orador, en una época en que la oratoria política era decisiva y se extendía en buena medida a los escritos, con tanta frecuencia impregnados de ella -piénsese en Víctor Hugo sobre todo-. No es casual que escribiese yo, hace medio siglo, el artículo dedicado a Castelar en el «Diccionario de Literatura Española» de la Revista de Occidente, con mayor información de la que puede encontrarse en voluminosas enciclopedias.
Por cierto, allí dejé una semblanza de su estilo literario, que no resisto a la tentación de citar: «Toda la prosa de Castelar es oratoria; su carácter primario es la elocuencia; su valor más alto, la musicalidad. Castelar usa el párrafo largo, larguísimo, con enumeraciones, reiteraciones, comparaciones, antítesis, que se hincha y retuerce armoniosamente, buscando más que otra cosa el cromatismo de las imágenes y la eufonía de las frases. En Castelar hay una última resonancia, amplificada y magnificada, del estilo romántico, y se anticipa en él uno de los elementos que constituirán el de Rubén Darío».
Fue Castelar un escritor torrencial, que dejó millares de páginas de historia, política, crónicas, novelas interminables. Casi todo olvidado hace muchos años. Yo lo leí en mi primera juventud por mi relación con mi padre, nacido en 1870 -de la generación del 98-, con quien hablé largamente de muchas cosas, que me transfirió una extraña familiaridad con el siglo XIX. Tenía muy vivas admiraciones: escritores tan interesantes como José de Castro y Serrano -tan mal tratado por Clarín, de quien algún día escribiré- o Mariano Pardo de Figueroa («El Dr. Thebussem»), José López Silva, aparte de Valera, Alarcón, Galdós, Zorrilla.


Sobre el peligro y la seguridad por Julián Marías

Gran recopilación de textos, como homenaje al autor en sus funerales. En periódicos de todo el mundo.


Escritos en la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes

No hay comentarios:

Publicar un comentario